Absorción
Es el fenómeno por el cual una onda sonora pierde parte de su energía al incidir sobre una superficie reflectora. Dicha energía se transforma en energía calórica y en trabajo.
El poder absorbente de los distintos cuerpos depende básicamente de su estructura. Así, los cuerpos que son porosos, como los cortinados y los fieltros, tienen alto poder absorbente.
Mientras que ocurre lo opuesto con los cuerpos que son compactos, como el mármol, el mosaico y los metales.
La absorción del sonido se puede producir de dos formas diferentes:
- Una es cuando la energía sonora en forma de ondas choca contra una superficie blanda o de determinadas condiciones de elasticidad y peso. Esta superficie hace las veces de amortiguador de las compresiones y enrarecimientos del aire, pudiendo absorber así casi totalmente el sonido.
- Otra es cuando un sonido se ve obligado a atravesar un cuerpo de estructura irregular de composición heterogénea. Existen entonces una serie de reflexiones y refracciones que van disipando el sonido transformándolo en calor. Por el mismo motivo, estos cuerpos no reflejan nunca totalmente el sonido.
El porcentaje de absorción varía según se trate de sonidos graves o agudos. Por lo general, la absorción es bastante mayor para los agudos que para los graves.
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